PARKER Y KRISTINA. LA HISTORIA DE UN AMOR. CAP. 210

Y todo fue rápido, el tiempo se les pasó entre brochas de maquillaje, el secador dando forma a sus melenas, risas recordando alguna anécdota. Las diseñadoras ayudando con los vestidos, los complementos que iban a llevar, Parker se decidió por unos pendientes largos, el anillo de compromiso en su mano derecha y unas pulseras en el brazo izquierdo. Según Kristina estaba deslumbrante con su vestido azul cobalto con escote de palabra de honor y la abertura de la pierna hasta medio muslo. Kristina había elegido un conjunto de falda de seda roja y un top negro sin mangas. Una miró a la otra con admiración y dando un gran visto bueno. Hubieron risas por los gestos de ambas, Allen que estaba allí reía divertida por los comentarios de Kristina sobre el escote y la abertura de la falda de Parker que no paraba de reír con su mujer a la que encontraba muy atractiva con el conjunto que había elegido. (Autora: Luz ldana)

En otra casa los nervios estaban a flor de piel, Rachel estaba nominada por primera vez por el mejor guion. Se había hecho esa distinción con el visto bueno de Hunter y la revolución del guionista jefe que no estaba de acuerdo.

—Todo está bien, mi amor. (Autora: Luz ldana)

—Si me dan el premio, mis compañeros me querrán matar.

—¡Nadie va a querer matarte! —le dijo dando una carcajada.

—Menos mal que estás a mi lado. (Autora: Luz ldana)

—¿Qué soy… un escudo? —Rachel la miró lamentándose lo que había dicho—. Mi amor, has hecho un trabajo excepcional, has logrado que la mejor serie de la historia tenga una pareja lésbica que triunfa allá donde va. Ha sido tu trabajo y te mereces más que nadie ese premio.

—¿Y si no lo gano? (Autora: Luz ldana)

—Yo te voy a amar igual, con o sin Emmy.

—Eso es lo que me importa, eso y que no me claven ningún cuchillo, claro, no quiero dejarte viuda.

Entonces sonó su móvil al mirarlo sonrió. (Autora: Luz ldana)

—Mira, si es que son un amor, Parker y Kristina preguntándome como van mis nervios.

—Qué guapas están.

—Y lo felices que son. (Autora: Luz ldana)

—Eso es lo más importante.

—Estás muy guapa, mi amor. Tengo mucha suerte, Danira. Soy inmensamente feliz.

A Danira aquellas palabras le emocionaron, sabía que Rachel hablaba con el corazón, porque ella era todo corazón. Y por fin le llegaba la hora de su reconocimiento. Se sentía tan orgullosa de ella, que si no le daban el premio le iba a doler más a ella que a Rachel. Se besaron y devolvieron el mensaje a la pareja. (Autora: Luz ldana)

En casa de Parker, todo estaba ya preparado, esperaban a Logan con el coche cuando sonó el móvil de Kristina.

—¡Es Rachel! Oh, mira que guapas están por favor…

—Que pareja más bonita. (Autora: Luz ldana)

—Quiero que nos hagamos una foto las cuatro, para toda esa gente que habla de que si la diferencia de edad entre nosotras es mala o nuestra historia una mentira. Que todos sepan lo mucho que nos respetamos y amamos.

—¡Ahí está mi justiciera! —dio una carcajada. (Autora: Luz ldana)

—¡Nada de besos! Ya está bien que os he retocado los labios muchas veces —protestó Mary.

—Perdona, Mary, tienes razón.

—¡Ya está aquí Logan, chicas! (Autora: Luz ldana)

Se miraron dando un fuerte respingo mientras Mary les deseaba toda la felicidad del mundo, así como el resto de personal que las había ayudado. Allen iba en otro coche delante del suyo para llegar antes y poder bajar para hacer su trabajo. Caroline y Dominique ya estaban allí con sus otros representantes.

—¿Cómo van los nervios? —preguntó Parker en la intimidad de la limusina.

—Bueno, podrían ir mejor, pero como has decidido ponerte ese escote pues totalmente fuera de control. (Autora: Luz ldana)

—¡Eres un caso! —dio una carcajada—. Estás guapísima, Kris.

—Tú también.

—Gracias por ayudarme, antes me has dado la tranquilidad que necesitaba. (Autora: Luz ldana)

—Me alegro. ¿Hacemos una videollamada con las niñas?

—¡Por favor! Pero espera, antes una foto y la colgamos en Instagram. Sin mostrar los vestidos, claro. (Autora: Luz ldana)

—De acuerdo, ¿recuerdas cuándo me enseñaste a usar Instagram? —sonrió.

—Como si fuera ayer, recuerdo cada momento compartido contigo. ¡Hasta la primera vez que te metiste en mi cama con la excusa de la tormenta! —susurró.

—No era una excusa… Sabes que me dan miedo —la miró con un gesto canalla. (Autora: Luz ldana)

—Venga, llama, que aún nos volverá a reñir Mary desde la distancia por los morritos.

La videollamada estuvo repleta de gritos de alegría, era como si ya hubieran ganado el premio, no necesitaban la estatuilla, la felicidad de la familia, las niñas diciéndoles que las querían y las iban a aplaudir mucho, ya era suficiente regalo de la vida. Se despidieron y Parker metió el móvil en el bolso, pero antes miraron las redes que estaban completamente revolucionadas con la fotografía de ambas sonrientes y felices.

—¿Preparada? —le preguntó Parker suspirando. (Autora: Luz ldana)

—Sí, a tu lado, estoy preparada para todo.

—No olvides una cosa —le dijo cuando Logan detuvo el coche. (Autora: Luz ldana)

—¿Qué? —Kristina le preguntó sonriendo perdiéndose en aquella mirada.

—Que te quiero.

—No lo olvides tú tampoco. Lástima que no te pueda besar. (Autora: Luz ldana)

—Sí —suspiró—. Lástima. Por cierto, ¿tienes discurso preparado?

—No, Parker, no lo tengo ¿eso es bueno o malo?

—Yo nunca me preparo los discursos, dejo que salgan mis emociones. (Autora: Luz ldana)

—¡Uf! Ahora mismo te comía a besos. ¿Tú lo tienes?

—No, pero tengo el corazón bombeando a tope por ti y eso en caso de que gane me ayudará.

Les abrieron las puertas del coche y apareció inmediatamente Allen con una gran sonrisa. Les indicó por donde debían ir, primero atender medios de comunicación, después la alfombra y el photocall. (Autora: Luz ldana)

En casa, las niñas estaban sentadas en silencio esperando verlas aparecer en la pantalla de la gran televisión. Electa y Molly estaban en la cocina con Micaela preparando los aperitivos para tomar. Isabella se había sentado junto a Alexis para controlar a las niñas. Ricardo sacó una gran fuente palomitas que fue recibida por un gran aplauso de las pequeñas. Sam llevó dos botellas de vino y Sonny las copas. Todos se sentaron en el sofá, los tres hombres pasaron el sofá del salón hasta el comedor y así todos estaban juntos. Sonny y Ricardo repartieron el vino para todos, Micaela los batidos de fresa de las niñas que eran sus preferidos. Electa miró a las tres y las tres le enseñaron las piedras mágicas para dar suerte a sus madres, habían pasado un agradable rato en la playa con las abuelas con Molly y Sam para recoger piedras mágicas. (Autora: Luz ldana)

—¿Cuándo salen, abu? —preguntó Milagros.

—No lo sabemos, pero seguro que pronto.

—¡Jo! —protestó Connie. (Autora: Luz ldana)

—¡Ahí están, ahí están! —los gritos de Suzanne sorprendieron a todos.

Era cierto, aparecieron en la pantalla ambas con su habitual sonrisa, cogidas de la mano y realmente deslumbrantes. En ese momento la televisión iba a emitir una entrevista con ellas, la entrevistadora les comentó:

—No sé si os habéis percatado que sois la pareja que más revuelo está causando desde su llegada. (Autora: Luz ldana)

—Sí, sí, y nos sentimos muy afortunadas —sonrió Parker al decirlo.

—Bueno… ya eres veterana en estos asuntos, Parker, pero ¿cómo van los nervios?

—Estoy bastante tranquila, creo que hemos hecho un trabajo maravilloso y nosotras ya hemos sido premiadas por la fidelidad de nuestras fans que nos han apoyado semana tras semana. Personalmente, creo que es un honor estar juntas en las nominaciones, así como también que lo esté nuestro director y guionista.

—Qué bien habla —susurró Oliver. Todos lo miraron sonrientes. (Autora: Luz ldana)

—Bueno, Kristina Davis… tú no sé si estás tan tranquila como Parker, la veteranía es un grado.

—Qué manera de insistir en la diferencia de edad —protestó Alexis. (Autora: Luz ldana)

—A mí me encanta que Parker tenga tanta experiencia, creo que su carrera exitosa es lo que es un grado muy alto, y me ayuda mucho a estar más tranquila, la verdad.

—¡Toma! —dijo Isabella. (Autora: Luz ldana)

—Me siento como bien ha dicho Parker muy afortunada, si ganamos el premio será fantástico, por supuesto, pero nosotras créeme ya hemos ganado un premio enorme que es el cariño y respeto del público. Por no decir, la suerte que he tenido de tener una compañera como Parker que me ha facilitado muchísimo el trabajo y ha sido una gran profesional.

—Os dejo, que paséis al photocall. (Autora: Luz ldana)

Las dos sonrieron y saludaron con las manos a la pantalla.

—¡Ese saludo es para nosotras! —gritó Milagros.

—Por supuesto, es para vosotras, ya os lo han dicho.

—Menudo bicho la periodista —susurró Molly a Electa.

—Tu hermana le ha devuelto bien el golpe, me encanta Kristina, soy su fan.

Y dieron una carcajada. (Autora: Luz ldana)

Kristina sonrió divertida al dejar a la periodista, lo hizo por el apretón de mano que Parker le había dado como si con ese gesto le diera las gracias por la respuesta. Insistían en hacer hincapié en la diferencia de edad, aunque lo hacían de una manera un tanto sibilina seguían en ello. Allen les iba dirigiendo por los periodistas que debían parar para responder alguna pregunta. Hubo un momento en que se separaron para aligerar un poco el camino, en ese momento, Kristina salió en la televisión con la algarabía de las niñas que estaban realmente emocionadas de ver a sus madres allí. Hubo un momento que Electa fue a la cocina, Oliver que sabía lo sucedido tras una mirada de Isabella le animó a que le diera un vistazo. (Autora: Luz ldana)

—¿Necesitas respirar?

Electa se giró, había salido al jardín y se había quedado justo al lado de la cascada de agua. Miró a Oliver y sonrió levemente.

—No puedo perdonarla, Oliver. (Autora: Luz ldana)

—En mi opinión haces lo que te dicta tu corazón, durante más de cuarenta y seis años hemos tenido la herida en él por perder a nuestro pequeño. ¿Cuántas veces pensaste en cómo sería? (Autora: Luz ldana)

—Infinidad —dijo elevando los hombros—. Imagino que como tú.

—Pues en cada una de esas infinidades, nos fue dejando una herida que no cicatrizaba. Podíamos seguir viviendo, pero ese dolor no desaparecía. ¿Cómo quieres sentirte al saber la verdad, Electa? Eres un ser de luz, siempre lo fuiste, ayudaste a tanta gente… Perdonaste a tanta gente que nos hizo daño físico, pero este daño emocional en el corazón es imposible perdonar, al menos, perdonar a Everly.

Electa lo miró seria. (Autora: Luz ldana)

—Dios sabes que lo que te voy a decir es cierto, uno de los días que fuimos a ver a Parker, cuando tenía quince o dieciséis años, no recuerdo bien, hubo algo que me llamó la atención en ella, no me preguntes por qué, pero pensé que se parecía demasiado a ti, incluso le gustaba la misma lectura que a mí. Pensé ¿y si nuestro hijo no murió? Tu madre era la persona con más veneno que he conocido, después de ella está Everly, pero se me hacía imposible hasta para su alta maldad causarte un daño así. Con los años, traté de ver en Parker cómo sería nuestro hijo, le regalaba libros que pensaba podrían gustarle a él, la llevaba al teatro pensando que si él pudiera, estaría sentado a mi lado viendo aquella obra a escondidas de Everly. Hoy, cuando sé la verdad, no siento otra cosa que rabia, y sabes que no me gusta sentirla, que como bien dice tu sabia mujer, es mala, pero nos quitaron la oportunidad de amar a un ser impresionante. No te culpes por no perdonarla, tienes que vivir pensando en todo lo bueno que le vamos a dar a Parker, somos mayores, sí, pero somos sus padres, velaremos por ella día y noche, por su felicidad, porque sus hijas sean tremendamente felices y respetadas, estaremos ahí a su lado para ayudarlas a protegerlas. Y ese sentimiento es el que debes ver. Everly destrozó tres vidas, y ese es su cargo de conciencia. Tú eres amor, siempre fuiste amor y eso es lo que debe perdurar en ti. El amor. (Autora: Luz ldana)

—Me hablas y es como si escuchara a Parker, tendrá mi carcajada, mi risa, pero tiene tu gran corazón y tu sabiduría en emociones.

—Prométeme que Everly no tendrá cabida en tu corazón. Prométeme que tu mujer, tu hija, tu nuera, tus nietas… Serán ese centro para moverte, y borrarás ese sentimiento de no perdón por ella. (Autora: Luz ldana)

—Es cierto, tengo muchas cosas buenas y potentes en mi corazón.

—Date tiempo, ella ya tiene bastante con lo suyo, es lo más normal del mundo que no la puedas perdonar. Yo tampoco, pero no es mi hermana. Entiendo que piensas en que la odias y tendrás que ir a verla. Hasta que tu corazón no esté limpio, será mejor que te dediques a tus nietas. (Autora: Luz ldana)

—Mis nietas me dan la oportunidad de criarlas, algo que no pude hacer con Parker.

—Eso es… La vida siempre da segundas oportunidades.

—Eres tan extraordinario, Oliver.

—Vamos con los demás, aleja de tu mente hoy a tu hermana porque vas a ver ganar a tu hija un Emmy.

—Y a mi nuera. (Autora: Luz ldana)

—Sí, a esa mujer tan intensa que ama a nuestra hija con todo su ser. ¿Vamos? —le ofreció el brazo.

—Vamos. (Autora: Luz ldana)

Con una sonrisa se agarró al brazo de Oliver que apoyó su bastón dando un primer paso hacia la casa, fue como si Electa pudiera hacer lo que le había dicho Isabella, «ve al riachuelo y echa el pasado, con él el odio, el rencor hacia tu hermana». Parker te necesita limpia de corazón. Al entrar, Isabella los miró, ambos sonrieron y la mujer suspiró por fin con calma desde que Everly había llamado a la puerta de su casa la noche anterior.

Llegó el momento del photocall. Se desató la locura gritos llamándolas para que miraran a un lado a otro, ellas sonrientes cogidas por la cintura. Aunque decidieron hacerse fotos también de manera individual, primero Parker mientras Kristina la observaba, Liz que estaba entre los fotógrafos le tomó más de una porque su gesto mirando a su mujer era digno de la mejor fotografía. Después, fue el momento de Kristina, Parker se quedó a un lado y no podía dejar de sonreír mirando como posaba, estaba tan guapa, con su melena suelta. Después, volvieron a requerirlas juntas, y ese momento en que Parker llegó a Kristina que al verla la miró dando una carcajada fue uno de esos instantes donde más se escucharon los flashes de las cámaras, los clics, y los gritos de las fans que las veían por la pantalla.

—Allen —Kristina la llamó—. Dile a Rachel y Danira que vengan. (Autora: Luz ldana)

—¿Cómo? —aquello no lo esperaba.

—Sí, diles que vengan, queremos hacernos unas fotografías con ellas. (Autora: Luz ldana)

A Allen no le extrañó, pero la pareja se quedó de piedra ante la petición de Kristina, aunque accedieron encantadas. Se pusieron intercaladas sonrientes, mientras las fotografiaban, Rachel, Parker, Kristina y después Danira. Fotos y fotos, gritos y gritos a un lado y a otro. No quedaba la más mínima duda de que aquella pareja había colapsado toda la atención mediática de los premios. (Autora: Luz ldana)

Entraron al recinto saludando a compañeras y compañeros, les indicaron donde debían colocarse. Para su suerte, Rachel estaría sentada junto a Kristina y dos asientos por delante estaría sentado Michael, que al verlas no pudo más que mostrarse feliz por ellas. Estaba seguro que Kristina ganaría el Emmy, no tanto Parker con la presencia de Anne entre las candidatas. Una vez se sentaron, Parker y Kristina se cogieron la mano entrelazando los dedos. Parker suspiró, habían sido unos instantes previos muy intensos.

—Suerte, cariño —le susurró Parker. (Autora: Luz ldana)

—Suerte tú también, aunque estoy segura que vas a ganar —le susurró emocionada.

Se apagaron las luces y la música comenzó a sonar. La gala estaba a punto de dar comienzo. (Autora: Luz ldana)

2 comentarios en “PARKER Y KRISTINA. LA HISTORIA DE UN AMOR. CAP. 210

Deja un comentario